Actualmente internet se ha convertido en la principal herramienta para la planificación de vacaciones y viajes, gracias a la gran cantidad de portales y agencias dedicadas a este fin, que colocan en la red sus ofertas.

Pese a tener como objetivo el ocio, el trabajo, el puesto de trabajo, no queda ajeno a ello en muchas ocasiones, pues las jornadas largas, monótonas y tediosas; o la falta de supervisión directa de un superior; la falta de motivación o disciplina por parte del trabajador. Pueden dar lugar a que los empleados empleen tiempo de su jornada laboral para la planificación de sus vacaciones.

Esto supone una disminución del rendimiento laboral por la pérdida de tiempo que supone el dedicar parte de la jornada a fines de ocio personal. ¿Pero que puede hacer la empresa para evitarlo?

Los medios son varios, como la revisión del ordenador periódicamente por parte de la empresa de forma física revisando los archivos de registro de éste; otra opción es instalar programas “espía”, o de limitación de acceso, que controlen o restrinjan de forma automática la actividad del ordenador del empleado, enviando informes periódicos al supervisor de este tipo de cuestiones; o también, cuando exista al figura del administrador de sistemas, o similar, que éste supervise el destino las comunicaciones que salen de la empresa por la Red.

Todas estas medidas de control o limitación del acceso a internet por parte de la empresa deben realizarse de acuerdo con la normativa y jurisprudencia laboral vigente, como se señala en el art. 18 del Real Decreto Legislativo 2/2015 del Estatuto de los Trabajadores, donde señala el principio de la inviolabilidad de la persona del trabajador y se sientan las bases para este tipo de conductas y controles.